Vuelta al cole: estuches divertidos

Parece que septiembre sea la vuelta de todo, vuelta al cole, al trabajo, a las rutinas, al gimnasio, a la dieta...para algunos puede que sí. Ahora de mayor y después de hacer las vacaciones en julio y llevar más de un mes trabajando, para mi septiembre no es más que un mes común. 

Eso sí, cuando era pequeña me encantaba la vuelta al cole. Me gustaba volver a ver a los amiguitos de los que me había separado 3 largos meses, me entusiasmaba estrenar bolis, libretas, libros y estuches (aunque esto último no era cada año, claro). 

Siguiendo con el tema de los estuches, recuerdo que tenía uno rectangular de tela azul oscuro, sosainas, sin ningún motivo bonito, pero claro, tenía una cabida enorme para todos los lápices de colores, plastidecor y bolígrafos. Y no nos engañemos, en los 80-90 las cosas eran más prácticas que bonitas, y nuestras madres no estaban por si era bonito o no. Venga, tira para clase que con ese estuche vas genial. 

Luego estaban los rectangulares con cremallera alrededor, en los que podías poner cada lápiz dentro de la goma elástica para que no se soltara. Incluso podías sujetar el sacapuntas y la goma con goma elástica. Estos no me gustaban nada...demasiado orden, demasiado trabajo para sacarlos de la goma y volver a ponerlos.

Tan solo durante un curso tuve un estuche de esos de lata y ni me gustó ni me duró mucho. Hacía mucho ruido al sacarlo de la mochila, ponerlo encima de la mesa, abrirlo y cerrarlo. Y encima no cabía todo lo que yo quería. Si la goma de borrar era de aquellas grandotas y gordas, el estuche no cerraba. Ya ni hablamos de los que tenían doble bandeja. Ufff...malos recuerdos.

Mis preferidos siempre han sido los de tamaño mediano, que tenían una cabida justa para lo que yo llevaba. Y no tenían que ser ni demasiado princesita, ni demasiado de chico. Con uno de colorines y original me bastaba.

Será por toda esta experiencia con estuches, que ahora todos los que hago son como los que me hubiese gustado llevar a mi.

¿Qué os parecen?